En Italia el 2 de febrero, es un día de invierno durante el que se nota cómo las jornadas se alargan tímidamente camino hacia la primavera. A él se asocia el refrán: “Quando arriva a Candelora, dell’inverno semo fora, ma se piove o tira vento, de l’inverno semo dentro”. En todas las regiones del Bel Paese, -con algunas variantes dialectales- éste refrán existe.
El actual “siamo” en lenguaje popular suele ser “semo”, y la aclaración “se piove o tira vento” indica que el invierno se puede alargar.
El 2 de febrero es el día en que en las iglesias y parroquias bendicen las velas -las candelas- de allí el nombre de candelaria. Se recuerda la fiesta de la presentación de Jesús en el Templo.
El profeta Simeón cuando el Niño le fue presentado exclamó: “luz para iluminar a las gentes”, y de allí las velas y su luz. Se recuerda también el rito antiguo de la purificación 40 días después del parto, y la invocación de la Virgen de la Candelaria, o Nuestra Señora de la Candelaria, con tantos devotos en todo el mundo.
En febrero (el 14 en particular) los antiguos romanos celebraban los Lupercali, las fiestas en honor al dios Fauno (o Luperco) que protegía al ganado del ataque de los lobos. Hasta que el Papa Gelasio I abolió los Lupercales y las reemplazó con la Candelaria. En el siglo VI, fue Justiniano quien adelantó la festividad al 2 de febrero, fecha en la que aún hoy se celebra.
En Estados Unidos en cambio es el “Dia de la marmota”, pues si este animal se asoma y hay sol, significa que el invierno será corto.
Si el invierno durará más tiempo o menos, seguramente es y será siempre discutible. En cambio que en esta fecha los días comienzan visiblemente a alargarse, es una certeza.
1 Comments
mbFfdRawrWJPpMh
QwXiuUgmrOKAeF